-
Arquitectos: depA architects
- Área: 1300 m²
-
Fotografías:José Campos
-
Proveedores: Castro Woods, Primus Vitória, Sanitana, TopCer, W7
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Rua de Pinto Bessa, ubicada en el extremo este de la ciudad de Oporto, fue planificada a fines del siglo XIX como una vía de estructuración que pudiera conectar la ciudad consolidada con la nueva estación principal de trenes de la ciudad, Campanhã. Su importancia se tradujo en el diseño de su generoso perfil que aspiraba a la construcción y la densificación en altura de sus dos frentes. Este bloque de viviendas completa esa intención urbana. Ocupando un sitio a pie de calle, se extiende a lo largo de todo el terreno, se levanta en todo el ancho, aprovechando la altura definida por los edificios vecinos y creando una nueva métrica de fachada que respeta la proporción vertical de las edificaciones circundantes.
El edificio tiene un diseño crudo y honesto que muestra la estructura que lo sustenta, intercalada con paneles de vidrio que pretenden maximizar la entrada de luz y ampliar las posibilidades de ocupación interior. En el límite se puede considerar que lo que se diseña son principalmente los huesos del edificio por lo que se propone una distribución interior -que puede ser modificada-. Las elevaciones reaccionan al entorno y a la exposición solar.
Al norte, frente a la Rua de Pinto Bessa, se crea una retícula estructural de hormigón visto, que descansa sobre una base de este mismo material. El último piso supone la excepción y transición entre edificios vecinos. Al sur -hacia el patio- una estructura metálica se yuxtapone a los grandes ventanales acristalados que aprovechan la luz del sol, conectando balcones de diversa profundidad. Estos balcones, que extienden generosamente el espacio habitable hacia el exterior, crean un juego expresivo que maximiza la captación solar de la zona exterior y controla la exposición solar de los espacios interiores.
Sobre los 7 pisos existe la posibilidad de albergar 17 apartamentos, 3 en cada piso estándar, con dos excepciones que son los límites inferior y superior del edificio. La disposición interior que se asocia a la retícula estructural se asume como efímera, ofreciendo al edificio la posibilidad de adaptarse a nuevas configuraciones futuras.